miércoles, 16 de enero de 2013

La nueva casa Vinotinto


El descarte de Puerto La Cruz  y la escogencia de Ciudad Guayana como sede del duelo premundialista Venezuela-Colombia, volvió a colocar sobre el tapete la selección adecuada y conveniente, de una casa para la Vinotinto. Las ventajas que nuestros rivales esgrimen con factores como la altitud, la época estacionaria o la atmósfera sofocante, están relativizadas en el caso venezolano.
El trópico, que debería ser un aliado, ha sido un argumento insuficiente, y poco ha coadyuvado a resultados favorables. La metodología científica del entrenamiento prevé las contingencias y toma recaudos en el comportamiento físico de los atletas ante determinadas circunstancias. Más debe afinar Venezuela para superar las complejidades de la falta de oxígeno en las alturas andinas y las heladas sureñas, que las previsiones de los equipos que deben enfrentar el contrastante calor y la humedad.
Otro elemento que le resta peso a los factores climatológicos que imperan en nuestra geografía, es que la mayoría de los jugadores que convoca Farías juega en el exterior y tiene igualmente que tropicalizarse cada vez que retornan. No fue precisamente el estadio “José Antonio Anzoátegui” un bunker inexpugnable para Chile y Ecuador,  dosificados para tolerar un clima en apariencia agreste. ¿Podremos tener alguna ventaja en otra plaza?
La buena pro al CTE Cachamay coloca otra vez a la mejor plaza del país en el GPS del fútbol suramericano. El coso mejor mantenido de todas las sedes de la Copa América 2007, ha registrado un comportamiento ejemplar y multitudinario en las dos últimas temporadas con Mineros de Guayana. Igualmente, sus antecedentes como casa de la Vinotinto le gana puntos a la hora de colocarlo en la balanza frente a otros estadios.
Ciudad Guayana es  la metrópoli venezolana que menos se traumatiza con un partido de alto vuelo. La ubicación del CTE Cachamay, en medio de los dos grandes núcleos urbanos –Puerto Ordaz y San Félix- ha vuelto expedita la movilidad pre y post partido. Además,  están las comodidades que ofrece una estructura, con una cancha que garantiza el espectáculo, camerinos impecables, una sala de prensa espléndida y un auditorio como pocos en el mundo. La gran deuda de su concepto arquitectónico, es la poca protección de los comunicadores -especialmente de radio y televisión-  y sus materiales y equipos de trabajo en un palco de prensa al aire libre sin cabinas.
Es fácil llegar a Puerto Ordaz a través de su céntrico aeropuerto con una buena cantidad de vuelos diarios, mientras que por vía terrestre se cuenta con una vialidad excepcionalmente en buen estado después de ingresar por Anzoátegui y Monagas. La oferta de hospedaje en las más variadas categorías y estilos ha crecido considerablemente en  los últimos dos años.
César Farías y su grupo técnico conocen suficientemente a Ciudad Guayana por su pasantía  por Mineros. Saben que encuentran confort con muchas canchas aptas, cortas distancias y facilidades de traslado. Por eso creemos fue un lapsus cuando se refirió a otras plazas como futuribles sin mencionar al coloso de Castillito.
En el aspecto climático, poco o nada podemos preocupar a Colombia por las similitudes con Barranquilla,  su cábala para llegar a Brasil 2014 de la mano de Pekerman. Y si de la camiseta número 12 se trata, si la sede se escogiera en el centro, occidente o los Andes, no existiría esa apabullante mayoría   que va a imponer la afición guayanesa y de todo el oriente del país.
En Guayana es la cosa. Enhorabuena para los que amamos y defendemos este terruño.
Twitter: @megasportradio

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