El descarte de Puerto La
Cruz y la escogencia de Ciudad Guayana
como sede del duelo premundialista Venezuela-Colombia, volvió a colocar sobre
el tapete la selección adecuada y conveniente, de una casa para la Vinotinto.
Las ventajas que nuestros rivales esgrimen con factores como la altitud, la
época estacionaria o la atmósfera sofocante, están relativizadas en el caso
venezolano.
El trópico, que debería ser
un aliado, ha sido un argumento insuficiente, y poco ha coadyuvado a resultados
favorables. La metodología científica del entrenamiento prevé las contingencias
y toma recaudos en el comportamiento físico de los atletas ante determinadas
circunstancias. Más debe afinar Venezuela para superar las complejidades de la
falta de oxígeno en las alturas andinas y las heladas sureñas, que las
previsiones de los equipos que deben enfrentar el contrastante calor y la
humedad.
Otro elemento que le resta
peso a los factores climatológicos que imperan en nuestra geografía, es que la
mayoría de los jugadores que convoca Farías juega en el exterior y tiene
igualmente que tropicalizarse cada vez que retornan. No fue precisamente el
estadio “José Antonio Anzoátegui” un bunker inexpugnable para Chile y Ecuador, dosificados para tolerar un clima en
apariencia agreste. ¿Podremos tener alguna ventaja en otra plaza?
La buena pro al CTE Cachamay
coloca otra vez a la mejor plaza del país en el GPS del fútbol suramericano. El
coso mejor mantenido de todas las sedes de la Copa América 2007, ha registrado
un comportamiento ejemplar y multitudinario en las dos últimas temporadas con
Mineros de Guayana. Igualmente, sus antecedentes como casa de la Vinotinto le
gana puntos a la hora de colocarlo en la balanza frente a otros estadios.
Ciudad Guayana es la metrópoli venezolana que menos se
traumatiza con un partido de alto vuelo. La ubicación del CTE Cachamay, en
medio de los dos grandes núcleos urbanos –Puerto Ordaz y San Félix- ha vuelto
expedita la movilidad pre y post partido. Además, están las comodidades que ofrece una
estructura, con una cancha que garantiza el espectáculo, camerinos impecables,
una sala de prensa espléndida y un auditorio como pocos en el mundo. La gran
deuda de su concepto arquitectónico, es la poca protección de los comunicadores
-especialmente de radio y televisión- y sus
materiales y equipos de trabajo en un palco de prensa al aire libre sin
cabinas.
Es fácil llegar a Puerto
Ordaz a través de su céntrico aeropuerto con una buena cantidad de vuelos
diarios, mientras que por vía terrestre se cuenta con una vialidad
excepcionalmente en buen estado después de ingresar por Anzoátegui y Monagas.
La oferta de hospedaje en las más variadas categorías y estilos ha crecido
considerablemente en los últimos dos
años.
César Farías y su grupo
técnico conocen suficientemente a Ciudad Guayana por su pasantía por Mineros. Saben que encuentran confort con
muchas canchas aptas, cortas distancias y facilidades de traslado. Por eso
creemos fue un lapsus cuando se refirió a otras plazas como futuribles sin
mencionar al coloso de Castillito.
En el aspecto climático,
poco o nada podemos preocupar a Colombia por las similitudes con Barranquilla, su cábala para llegar a Brasil 2014 de la mano
de Pekerman. Y si de la camiseta número 12 se trata, si la sede se escogiera en
el centro, occidente o los Andes, no existiría esa apabullante mayoría que va
a imponer la afición guayanesa y de todo el oriente del país.
En Guayana es la cosa.
Enhorabuena para los que amamos y defendemos este terruño.
Twitter: @megasportradio
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